Maruja Mallo: Cuando la modernidad en el arte estaba en manos de los hombres…
18 diciembre, 2010 · by Ahora debate
2 Votes
Cuando la modernidad en el arte estaba en manos de los hombres…una mujer excepcional irrumpió en escena. Se trataba de la artista republicana y marxista gallega Maruja Mallo. Una mujer que indudablemente marcó el rumbo de la vanguardia en España y del arte mundial, aunque con escaso reconocimiento. Porque creemos que no fue profeta en su tierra…
Maruja Mallo nació en Viveiro, Lugo, el 5 de enero de 1902 dato poco fiable ya que la excelente pintora siempre se ha quitado al menos 8 años, incluso sus matriculaciones en la escuela de bellas artes no siempre eran realizadas por ella misma, utilizaba a sus hermanos, para generar confusión sobre su verdadera fecha de nacimiento, poco a poco se fue desplazando hacia diversos espacios,reales e imaginarios. Su obra pictórica esta intrínsecamente ligada a la relación con el espacio y el tiempo que le tocó vivir.
Su formación artística la llevó a Avilés, a la Escuela de Artes y Oficios, debido a los compromisos que tenía su padre como funcionario del Cuerpo de Aduanas.
En Asturias comenzó a exponer su obra más temprana hasta que se trasladó a Madrid con la finalidad de completar sus estudios en la Facultad de Bellas Arte de San Fernando y en la Academia Libre de Julio Moisés.
En el año 1928, Maruja Mallo realizó su primera exposición individual en los salas de la Revista de Occidente de la mano del filósofo Ortega y Gasset, quien sentía una gran admiración por su propuesta estética modernista. La obra de esa exposición expresaba un indudable compromiso con el arte de vanguardia, aunque aún no estaban delineados sus rasgos más surrealistas. En ese contexto la pintura de Mallo mostraba una inquietante fusión con elementos de la vida cotidiana del pueblo, ya que ilustraba poblados repletos de sol, toreros, verbenas, maquinarias y cine.En el año 1931, Maruja Mallo ganó una beca para ir a estudiar a París, ciudad en la que conoció a André Breton, Paul Elúard, René Magritte y comenzó a transitar por los variados caminos del surrealismo. Su obra se torna tan maravillosa que el mismo Breton le compra una pieza y la considera como la mejor exponente del surrealismo. Amiga de la bohemia y adelantada para su tiempo tanto sus pinturas como su vida se embarcaron en las causas más revolucionarias. Maruja Mallo fue una mujer de pasiones y esto quedó absolutamente plasmado en todos y cada uno de sus proyectos.
Esta mujer posee un arraigado compromiso político que la lleva a tomar participación por la República Española, con la que colabora a partir de la práctica pedagógica. Por eso, Maruja Mallo se traslada a Galicia con la finalidad de participar en misiones educativas, enrolada en las Misiones Pedagógicas Repúblicanas dirigidas por Cossío, enseñando dibujo y cerámica. Es ahí donde la sorprendió la guerra y sus terribles circunstancias encarnada en la dictadura franquista. Este es el período, quizás más negro y más triste, ya que la artista debe exiliarse. El desarrollo de la historia advertirá que lejos de aplacar su capacidad creativa, el exilio la llevó a integrar nuevos mundos a su obra.
En 1936 su expresión plástica se desplaza hacia una suerte de arte constructivista,sin duda influenciada por el arte revolucionario y transformador soviético, pioneros del constructivismo, y por el acercamiento artístico con el notable artista uruguayo Joaquín Torres García. Durante ese período pintó elementos naturales como frutas, minerales, fósiles y también recurre al aprendizaje de las matemáticas como recurso de exploración estético-espacial. Casi como un presentimiento, ya que años más tarde, en sus años del exilio en Montevideo y Buenos Aires se vincularía con una geometría sensible asociada a una imagen característica de la cosmogonía de los pueblos originarios de América, más específicamente los asentados en el Río de la Plata.
En Buenos Aires, Maruja Mallo pinta la serie marina y colabora como ilustradora en la revista de vanguardia Sur, revista en la que participaba como escritor Jorge Luis Borges.
También publica Lo popular en la plástica española a través de mi obra (1939), y a partir de ese período comienza a pintar retratos de mujeres, que algunos críticos e historiadores del arte catalogaron como precursores del arte pop estadounidense.
De igual talento, carácter y compromiso estético que sus contemporáneas Frida Kahlo (1907-1954) y Leonora Carrignton (1917), pero tristemente olvidada al menos por el cine. Recordemos que se filmó la vida de Frida Kahlo (Frida, Canadá-EE.UU, 2002) y la película de versión libre basada en la vida de Leonora Carrignton (Gran Bretaña-Francia,1995) y que tuvo como protagonistas a dos excelentes actrices de la talla de la mexicana Salma Hayek y la inglesa Emma Thompson respectivamente.
A pesar de este olvido cinematográfico, Madonna, la cantante, actriz y gran coleccionista de obras de mujeres guarda un espacio para Maruja en su pinacoteca. Lo que las producciones cinematográficas independientes no pudieron hacer con la biografía de Maruja Mallo, sí lo ha hecho, de alguna manera, el coleccionismo. En los setenta realiza su última apuesta artística los Moradores del vacío, un viaje a paraisos, planetas en realidad, imaginarios, creados en su imaginación y plasmados por medio de lápiz y bolígrafo. A partir de este viaje onírico se dedica en exclusiva a recibir premios y reconocimientos, contando con escasas exposiciones.
Maruja Mallo murió en 1995 sin que su obra alcanzara en vida la trascendencia que merecía verdaderamente.
Comentarios
Publicar un comentario
MIL GRACIAS POR SU COMENTARIO! MUY PRONTO ESTARÉ EN CONTACTO PARA DISCUTIR Y ANALIZAR SU VALIOSO APORTE A ESTE BLOG! DESDE TEGUCIGALPA, HONDURAS.