FELIZ DESVANECER
Las palabras viajan y se clavan en mi retina como dagas
calcinadas en hiel.
Las palabras y los pensamientos se juntan, y me imaginan un
monstruo, un molusco de tentáculos peligrosos.
Los pensamientos entonces evolucionan en elucubraciones, imaginaciones
erróneas me bañan de sangre, pero yo no me desangro, puesto que esta sangrienta
vena no me pertenece.
Las palabras son como sangre que inunda venas, palabras
calientes y pulsantes, más vivas que cualquier fantasma hermano.
Abro la boca y que quedo atónito y silente.
Y ellos vienen con sus vocablos exactos, acusadores,
entonces YO soy el héroe de la crucifixión y la corona de espinas.
Guindado de cualquier calvario puedo menguar cualquier
mediodía, pero mis ojos nunca reflejarán el odio y las frases susurradas
descuidadamente.
Agua bendita, palabras malditas, todo se junta en algún
momento de desdicha mientras me regocijo en la desidia de siempre,
Desde ahora
Cuando me desvanezco feliz y ligeramente.
© Rafael Ángel valladares Ríos.
26 de agosto del 2016.
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