En 1998 el huracán Mitch devastó mi biblioteca personal. Fue una gran tragedia para mi pues perdí tantos libros que todavía no he podido recobrar simplemente porque, o ya no los imprimen, o ya no los importan, o son demasiado caros!
Hace un par de días fue al cine invitado por Allan Flores y vimos IT, la película sobre el siniestro payaso Pennywise! Pero saben qué? Algo hizo clic dentro de mí. Salí de la sala de cine realmente emocionado, extasiado de haber visto una película que está basada en un libro publicado en 1987, justo en los tiempos más duros de mi adolescencia, cuando era víctima de bullying y cuando mi único refugio fueron los libros!
Entonces vino a mi la nostalgia. Ya de por sí soy propenso a la tristeza y la añoranza, y entonces me puse a escarbar lo que me quedaba de la bibliografía de Stephen King en mi librero. Estos fueron los únicos cuatro libros que encontré de su autoría. Pero lo mejor ha sido recordar esos días solitarios acompañado de mis libros, hace dos décadas, leyendo y releyendo a Stephen King!
Ahora que aspiro a ser escritor, y dentro de mi mente hay un revuelo de historias que necesito y quiero contar , súbitamente, inesperadamente, he recordado lo mucho que este autor ha influido mi proceso creativo!
Nunca olvidaré la compañía solidaria de Poe o de Borges o de García Márquez o Roberto Sosa! Pero Stephen King regresa con mucha más fuerza ahora a la palestra de mis camaradas literarios, de esos que me salvaron la vida cuando mi mundo solamente eran palabras desparramadas desordenadamente dentro de mis venas!
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