FATAL ENSUEÑO- relato Esa mañana, el Doctor Godoy se levantó con el alba colgándole espesamente de las pestañas. Pocos segundos después , y poco a poco, fue abriendo los ojos delicadamente, y la vista se le laceró por el resplandor del día que asomaba radiante . Inmediatamente se dio cuenta que lo que había vivido minutos antes no había sido solamente un sueño: el amor de su vida, ese ser extraordinario que lo seducía intensamente, y que él deseaba con cada nervio y músculo de su cuerpo , -extraviándolo hasta de los linderos de la locura-, ya no existía a ll í, ya no podía divisarlo a ll í del lado de la realidad; Ella ya no estaba mas . “Todo fue un sueño” -se dijo en voz alta -, acongojado, triste y deprimido. Entonces, v encido, y con los brazos colgándole a los costados, tal un monigote de trapo, se dirigió a la alacena de escalpelos filosos y rutilantes, tomó uno, el más liviano y más alargado, y cortó su carótida sin mayor complicación o dolor. Ese fu
COSAS TEMPRANAS :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: El silencio se va derrotando, sonidos renacen en cada esquina, despiertas cansado, 7am y el sol ya es ardiente, quemante, inclemente, y piensas que es el comienzo, un nuevo día, un nuevo viaje, otra aventura en el diario subsistir, bueno, creo que es demasiado temprano para cavilar, todavía los sueños revolotean, ahí cerca, las memorias de ayer y de antes de ayer aquejándote, y la Soledad ahí, sentada junto a ti mostrándote la sonrisa burlona de siempre, señalándote el camino de la realidad, la Soledad, amiga mía, ¿qué haces aquí tan temprano? regresa más tarde, no quiero verte, no deseo sentirte ahora, pero es en vano, las horas no se detienen, el reloj prosigue insistente. Estás acostado, acunado, embrionario, sin fuerzas para levantarte, es otra aurora, quizás otro castigo, pues palabras azules vagan por las venas, pensamientos r